lunes, 24 de octubre de 2011

Reír, es arriesgarse a parecer loco


 
Reír, es arriesgarse a parecer loco, llorar, es arriesgarse a parecer sentimental.
Ofrecerse es correr el riesgo de implicarse.
Explorar las ideas o los sueños en público es arriesgarse a perderlos.
Amar es arriesgarse a no ser amado.
Vivir es arriesgarse a morir.
Esperar es correr el riesgo de desesperarse.
Intentarlo es arriesgarse a fallar.
Pero tenemos que arriesgarnos, porque el mayor fracaso de la vida es no arriesgar nada.
Aquellos que no arriesgan nada, no hacen nada, no tienen nada, no son nada. Evitan el sufrimiento pero simplemente no pueden aprender, ni sentir, ni cambiar, ni crecer, ni amar, ni vivir. Encadenados por sus servidumbres son esclavos. Han olvidado la libertad.

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